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lunes, 27 de febrero de 2017

Albóndigas de alcachofas con relleno de mozzarella

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Si os gustan las alcachofas y estáis cansados de comerlas cocidas, aquí tenéis una receta fácil y deliciosa, que no durarán mucho en la mesa.

Ingredientes para unas 25 albóndigas:
  • 1kg. de alcachofas
  • una mozarella di buffala; 
  • 3 huevos;
  • perejil
  • 300 gr. miga de pan
  • 1 limón;
  • queso rallado tipo grana padano; 
  • 1 diente de ajo, sal, pimienta, aceite y pan rallado.

Limpiamos las alcachofas, quitamos las hojas duras, cortamos la punta y las partimos en cuatro eliminando la parte interna “barbas”, las conservamos en una fuente con mucha agua y el zumo de un limón para que no ennegrezcan. Una vez limpias las cocemos en abundante agua salada durante unos 20 minutos, deben estar tiernas pero no blandas. Mientras tanto cortamos una rebanada de pan con miga compacta, quitamos los bordes y cortamos en dados. Colamos las alcachofas, y con una batidora, las trituramos hasta convertirlas en crema. Salpimentamos, añadimos la miga de pan, el queso rallado, un huevo, y un diente de ajo aplastado, trituramos hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados. Metemos la masa en una fuente, con el perejil picado. Dejamos que se enfríe y mientras tanto cortamos en dados la mozarella. Hacemos las albóndigas modelándolas con las manos, para facilitar la operación bañaros las palmas de las manos con agua. Con el dedo índice hacemos un pequeño agujero para meter la mozarella, cerramos y de nuevo modelamos la albóndiga, empanamos pasando primero por el huevo batido y pan rallado. Se pueden freír las albóndigas o meterlas al horno con un poco de aceite, a 200 gr, durante 20 minutos hasta que estén bien doradas. Servirlas bien calientes para saborearlas con el queso fundido dentro. 
Ya me contaréis.
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lunes, 20 de febrero de 2017

Original y refinado Palazzo Spada,

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Paseando entre plaza Farnese y Campo dei Fiori  pasáis por Piazza Capo di Ferro, aquí os encontraréis con un palacio de fachada curiosa y original, si entráis, dejaros envolver de su encanto y elegancia. Estáis en el Palazzo Spada construido en 1540 por encargo del cardenal Girolamo Capodiferro y comprado en el 1632 por el cardenal Bernardino Spada, que encargó a Francesco Borromini modificarlo según la estética barroca de la época. Es famoso por su peculiar fachada y la galería  Borromini.

En 1927 fue elegido como sede para la creación de una pinacoteca antigua en la que se exponen cuadros dispuestos en las paredes junto a esculturas, muebles y objetos pertenecientes a la colección de la familia Spada.

Lo primero que va a capturar nuestra atención es la fachada del palacio. En estilo barroco, representa una de las fachadas más originales y elegantes de la ciudad, gracias a su articulado y complejo sistema decorativo. El primer friso decorativo está constituido de ocho hornacinas con estatuas de algunos de los hombres ilustres de la historia antigua de Roma: Traiano, Pompeo, Quinto Fabio Massimo, Romulo, Numa Pompilio, Marcello, Cesare e Augusto. Encima de las hornacinas la decoración consiste en una serie de guirnaldas con putti y cariátides que unen medallones con la representación de un perro y una columna ardiente, emblema del cardenal Capodiferro, primer propietario del palacio. Coronando el edificio, en el último piso, se alternan entre las ventanas ocho recuadros con inscripciones relativas a las hazañas de los personajes históricos de la antigua Roma representados en las estatuas del primer piso. 

En el interior del palacio hay una escultura de Pompeo Magno, considerada como la estatua en la que a sus pies cayó Julio Cesar. La verdadera sorpresa del palacio está en el patio interno, dónde Borromini realizó una obra maestra sin igual: la célebre galería Borromini, con un trompe-l’oeil de falsa perspectiva, en la que la secuencia de columnas de altura decreciente y el pavimento de mosaico que se alza, generan una ilusión óptica de una gallería de 37 metros, cuando en realidad solamente son 8 metros. Al fondo de la galería, en un pequeño jardín, iluminado prácticamente todo el día por el sol, se encuentra una copia romana de un guerrero, que parece de tamaño de un adulto, pero que solamente es de 60 cm. de alta. La galería fue construida por Borromini en un solo año, entre 1652-1653, ayudado del Padre agustino Giomanni Maria da Bitonto y fue supervisada directamente por el Cardenal Spada, apasionado por los juegos de perspectiva y que probablemente atribuía a esta galería el significado del engaño moral y de la ilusión que genera la riqueza terrena.  Aquí no termina la grandeza del palacio, en su interior es posible admirar obras de valor extraordinario. En sus cuatro grandes salas internas, que en su tiempo fueron los lujosos salones de la residencia Spada, decorados con frescos del SXVI encontraréis obras maestras de artistas entre los que destacan: Pierin del Vaga, Rubens, Caravaggio, Guercino, Tiziano, Domenichino, Guido Reni, Carracci, il Parmigianino y muchos más. En definitiva, una pequeña residencia, fastuosa, situada en el centro de Roma, escondida entre callejones, y que merece sin duda una visita.
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viernes, 17 de febrero de 2017

Venta ambulante


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